La historia de la universidad en Perú es un reflejo de los grandes cambios sociales, políticos y económicos que ha vivido el país. Desde sus inicios como una institución colonial diseñada para formar a la élite, hasta su expansión y apertura durante el siglo XX, las universidades han sido un actor clave en el proceso de construcción de la nación. Sin embargo, el camino hacia una educación universitaria accesible, inclusiva y de calidad sigue siendo un desafío pendiente. La consolidación de las reformas recientes y la mejora continua de las instituciones son esenciales para asegurar que las universidades puedan cumplir con su papel en el desarrollo del Perú.
La evolución de la universidad en Perú
La universidad en el Perú tiene una larga trayectoria que se remonta al siglo XVI, con la creación de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos en 1551, la más antigua de América. Esta institución no solo fue pionera en el país, sino que también marcó el inicio de la educación superior en el continente. A lo largo de los siglos, la universidad ha sido un reflejo de los cambios sociales, políticos y económicos que han modelado al Perú, desde la época colonial hasta la república. En este artículo, revisaremos cómo surgieron y evolucionaron las universidades en el país, las reformas que han atravesado, y su impacto en la sociedad peruana.
Origen y formación de la universidad en la época colonial
La fundación de la primera universidad en Perú está ligada al proceso de colonización española, que trajo consigo la necesidad de establecer instituciones que sirvieran a los intereses de la corona. Estas primeras instituciones de educación superior tenían como propósito formar la burocracia colonial, compuesta principalmente por la aristocracia limeña, y estuvieron bajo la tutela de órdenes religiosas como los dominicos. La Universidad de San Marcos, inicialmente llamada Universidad de Lima, se fundó en 1551 bajo el modelo de la Universidad de Salamanca en España, enfocándose en estudios teológicos y filosóficos, además de derecho y medicina.
Durante los primeros siglos de la colonia, la educación universitaria estuvo restringida a las clases altas, excluyendo a mestizos e indígenas. Los estudios estaban centrados en la formación de clérigos y burócratas que pudieran administrar el virreinato y difundir la fe católica. Este enfoque elitista y cerrado a la modernización limitaría su rol transformador en la sociedad hasta bien entrado el siglo XIX.
La crisis de la universidad y la influencia de las reformas republicanas
Tras la independencia del Perú en 1821, las universidades enfrentaron la necesidad de redefinir su papel en la naciente república. Sin embargo, la transición no fue inmediata ni sencilla. Durante gran parte del siglo XIX, las universidades peruanas mantuvieron una estructura colonial, limitando su capacidad para adaptarse a las nuevas necesidades del país. Las instituciones de educación superior seguían siendo refugios de las élites, y no se integraban plenamente en los esfuerzos por consolidar el nuevo estado republicano.
A mediados de ese siglo, se realizaron algunos intentos por modernizar la educación superior. En 1855, el Reglamento de Instrucción Pública intentó reorganizar las universidades, agrupando los Colegios Mayores y estableciendo nuevas facultades como medicina y jurisprudencia. No obstante, estos esfuerzos encontraron resistencia en las instituciones tradicionales, como San Marcos, que se aferraban a su legado colonial.
El siglo XX y los movimientos de reforma universitaria
A principios del siglo XX, el Perú, al igual que muchos países latinoamericanos, experimentó una creciente demanda de modernización en su sistema educativo. En este contexto, el movimiento de la Reforma Universitaria de Córdoba, que comenzó en Argentina en 1918, tuvo una fuerte influencia en las universidades peruanas. Este movimiento impulsó la democratización del acceso a la educación superior, promoviendo la autonomía universitaria, el cogobierno estudiantil y una mayor conexión con la realidad social del país.
En Perú, la Reforma Universitaria se materializó con varias leyes a lo largo del siglo, destacando las reformas de 1919, 1930-31 y 1960. Estas transformaciones permitieron una mayor apertura y modernización de las universidades, aunque también enfrentaron la resistencia de sectores conservadores que veían en ellas una amenaza a sus privilegios. A pesar de estos avances, la crisis universitaria se agudizó hacia la década de 1960, debido a la falta de recursos y a una creciente demanda de educación superior que las instituciones existentes no podían satisfacer.
La expansión universitaria y los desafíos contemporáneos
Durante la segunda mitad del siglo XX, las universidades peruanas experimentaron una expansión significativa en términos de número de instituciones y de estudiantes matriculados. A partir de los años 60 y 70, el número de universidades públicas y privadas creció considerablemente, en un esfuerzo por responder a las demandas de una población en aumento y a los desafíos de un país en proceso de modernización.
No obstante, la expansión también trajo consigo nuevos retos. El aumento en la matrícula no fue acompañado de una mejora equivalente en la calidad de la educación, lo que generó una sobrecarga en los recursos y una crisis de calidad en muchas instituciones. A esta situación se sumaron las tensiones políticas y sociales, que hicieron de las universidades focos de conflicto y debate político, especialmente durante las décadas de los 70 y 80.
Las universidades peruanas en el siglo XXI
En las últimas décadas, el sistema universitario peruano ha seguido enfrentando el reto de equilibrar la demanda creciente con la necesidad de mejorar la calidad de la educación. La creación de la Superintendencia Nacional de Educación Superior Universitaria (SUNEDU) en 2014, como órgano encargado de supervisar y licenciar a las universidades, fue un paso importante hacia la mejora de los estándares académicos en el país.
Hoy en día, las universidades en Perú están diversificadas en términos de oferta académica y acceso. Si bien persisten desafíos como la inequidad en el acceso a educación de calidad y la necesidad de una mayor inversión en investigación, las universidades peruanas juegan un papel crucial en la formación de profesionales y en el desarrollo del país.
Periodista especializado en educación y temas de actualidad. Redactor a tiempo parcial en diversos medios. Licenciado en Periodismo Pontificia Universidad Católica del Perú (PUCP).